Lago de Valencia |
La región central y en particular la Gran Valencia atraviesan su más
grande reto en materia de preservación y gestión de recursos hídricos.
Sin embargo, toda crisis conlleva dentro de sí una gran oportunidad.
Así opina el director general de la Fundación Movimiento por la Calidad
del Agua, Edison Durán Lucena, quien visualiza un parque nacional para
el Lago de Valencia.
El crecimiento descontrolado del nivel, que alcanzó más de cinco
metros por encima de su cota máxima, ha inundado más de mil hectáreas.
Para revertir esto, Durán Lucena propone dos grandes líneas de acción:
impedir que continúe la descarga de 10 mil litros por segundo de aguas
negras que se calcula ingresan al Lago y crear un sistema hidráulico
que permita la estabilización de su cota, así como drenar fuera de la
cuenca cualquier otro futuro excedente.
Culminar las obras de los colectores, que impidan que las aguas
servidas de Valencia y Maracay continúen descargando al Lago y
redirigirlas hacia plantas depuradoras para su tratamiento, daría el
paso fundamental para frenar el aumento de la cota.
Durán Lucena advierte que también es necesario drenar los excedentes
para poder recuperar las zonas ahora inundadas, mediante la construcción
de un sistema de trasvase hacia otra cuenca. “Si bien diversas
alternativas se han propuesto, no podemos olvidar que la que el Gobierno
ha decidido implementar, la triplicación del caudal trasvasado y sin
tratamiento hacia el Pao-Cachinche, es la más dañina por su impacto
ecológico y social”.