Viaducto La Cabrera. |
El crecimiento desbocado en los niveles del Lago de Valencia hasta llegar a los pilotes del Viaducto La Cabrera podría traer como consecuencia el debilitamiento progresivo de la resistencia del concreto a largo plazo.
La advertencia la hace Enzo Betancourt, presidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), quien recordó que cuando los pilotes se diseñaron no se tomaron en cuenta los niveles descontrolados del Lago, en el sentido de que algún día pudiera llegar a estar debajo del viaducto.
De eso distan ya 50 años y en ese entonces la tecnología con que se elaboraba el concreto era diferente, "ahora se usan unos aditivos especiales para soportar el agua, especialmente si se trata de una contaminada como la del Lago" que es contentiva de lemna.
Betancourt manifestó que éste es un proceso lento, que toma mucho tiempo, "se producen reacciones químicas, pero es algo que no es rápido, sin embargo podría ocasionar alguna corrosión eventualmente".
Propuestas ya se han elaborado al Ejecutivo como controlar las aguas y el reforzamiento de la estructura del viaducto y los pilotes, sin embargo no se han tomado en cuenta. "Se ha advertido que debe controlarse el drenaje del Lago para evitar estas situaciones, pero se ha hecho caso omiso", recalcó Betancourt. Ya ingenieros de la región han proyectado que lo importante es determinar si los pilotes presentan corrosión, pues esto pondría en peligro la estructura de forma violenta. Para reforzar el viaducto se necesitarían nuevas bases y pilotes para evitar deformaciones.
Manuel Pérez Rodríguez, ingeniero e integrante del Movimiento por la Calidad del Agua, manifestó que el incremento en el nivel del Lago no debe verse sólo como un problema de infraestructura, sino también sanitario que puede generar una catástrofe ambiental en materia de salud pública. "Hay riesgos, pero no se hace nada, porque el Gobierno dice que todo está bien", por lo que Pérez Rodríguez sentencia que hay despreocupación compartida entre el Gobierno que no toma acciones y la sociedad civil que no se percata del problema. El miembro del Movimiento Recordó que en el año 2010 se conformó una comisión regional que estudió los ríos y las plantas potabilizadoras. Al final elaboró un informe en el que hacían 64 recomendaciones. "Aún no se ha aplicado ni una. Si hacen un documento, les correspondía actuar en consecuencia pero no hicieron nada". Por ello, señaló que las causas de riesgo están latentes y no hay una respuesta de quienes deben actuar, "no hay viso de solución, porque la mala calidad del agua se padece desde hace siete años y sino se soluciona podrían haber problemas ambientales".
Propuestas ya se han elaborado al Ejecutivo como controlar las aguas y el reforzamiento de la estructura del viaducto y los pilotes, sin embargo no se han tomado en cuenta. "Se ha advertido que debe controlarse el drenaje del Lago para evitar estas situaciones, pero se ha hecho caso omiso", recalcó Betancourt. Ya ingenieros de la región han proyectado que lo importante es determinar si los pilotes presentan corrosión, pues esto pondría en peligro la estructura de forma violenta. Para reforzar el viaducto se necesitarían nuevas bases y pilotes para evitar deformaciones.
Manuel Pérez Rodríguez, ingeniero e integrante del Movimiento por la Calidad del Agua, manifestó que el incremento en el nivel del Lago no debe verse sólo como un problema de infraestructura, sino también sanitario que puede generar una catástrofe ambiental en materia de salud pública. "Hay riesgos, pero no se hace nada, porque el Gobierno dice que todo está bien", por lo que Pérez Rodríguez sentencia que hay despreocupación compartida entre el Gobierno que no toma acciones y la sociedad civil que no se percata del problema. El miembro del Movimiento Recordó que en el año 2010 se conformó una comisión regional que estudió los ríos y las plantas potabilizadoras. Al final elaboró un informe en el que hacían 64 recomendaciones. "Aún no se ha aplicado ni una. Si hacen un documento, les correspondía actuar en consecuencia pero no hicieron nada". Por ello, señaló que las causas de riesgo están latentes y no hay una respuesta de quienes deben actuar, "no hay viso de solución, porque la mala calidad del agua se padece desde hace siete años y sino se soluciona podrían haber problemas ambientales".
Cortesía de Luis Carías ( lcarias@el-carabobeno.com ) vía El carabobeño
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