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jueves, 10 de noviembre de 2011

Embalse Pao-Cachinche sigue recibiendo agua sin tratamiento del Lago de Valencia

Trasvase del  Lago al Pao-Cachinche ( Foto Mauricio Centeno 10/11/2011)

En momentos en los que se vuelve a decretar la emergencia en el Lago de Valencia, se mantiene activo y a todo pulmón el sistema de trasvase que bombea hasta 5 mil 200 litros por segundo de aguas de esa cuenca hasta el embalse Pao-Cachinche. 


Especialistas han coincidido en que es un hecho de doble cara: es una manera de controlar que el Lago siga aumentado su nivel aceleradamente, pero ha deteriorado la calidad del agua del embalse Pao-Cachinche, la fuente de almacenamiento hídrico más importante de Carabobo. 


En agosto de 2010 el Movimiento por la Calidad del Agua denunció, con estadísticas de Hidrocentro en mano nunca desmentidas, que esta acción habría favorecido que por 23 meses el líquido recién potabilizado promediara 115% de exceso de aluminio con respecto a las normas. 

El ex director del INOS Luis Fernando Arocha condenó, en un foro celebrado en julio pasado, que el Ministerio del Ambiente no usó ninguna de las alternativas existentes para el control del nivel de la cuenca, ni ideó otra. "Escogió la más criminal de todas las alternativas: trasvasar el Lago al embalse". 

La gráfica, tomada este miércoles en la mañana, enseña el punto exacto donde culminan los 17 kilómetros de tubería que hay hasta la rampa de trasvase, en el llamado desparramadero El Paíto, cuenca baja del río Cabriales. Más adelante este caudal se convierte en el río Paíto, principal afluente de Pao-Cachinche. 


Historia con contradicciones 

El trasvase comenzó a funcionar aproximadamente en septiembre de 2007, de acuerdo con la ingeniera química Jacquelín Rodríguez León. Se mantuvo activo por dos años y cinco meses, hasta febrero de 2010, cuando habría sido apagado. Esto último lo informaron funcionarios públicos en mayo de ese año, durante una inspección al sitio.

La decisión fue aplaudida por movimientos ecologistas que pedían, sin éxito, copia del estudio de impacto ambiental que debió hacerse antes de activarlo. Pero la reconducción de agua reapareció el 17 de junio de 2010, como pudo confirmar en esa fecha el legislador regional Germán Benedetti. No dudó en afirmar que se trata de "aguas contaminadas con desechos químicos industriales" que son vertidas sin tratamiento previo. Por esos meses, trece organizaciones públicas y sin fines de lucro diagnosticaban la calidad del agua de la Gran Valencia, para dar respuestas a las denuncias de la población. En su plenaria del 19 de julio de 2010, esa comisión reveló que la conductividad (o nivel de sales disueltas) del agua del embalse había brincado de un promedio de 250 unidades por centímetros cúbicos en 2007, a 480 en 2010. El incremento coincidía con la fecha en que Hidrocentro y Min-Ambiente comenzaron a trasvasar agua. 

Esto le permitió concluir a los técnicos que el trasvase "ha influido negativamente en el proceso de potabilización, en relación al contenido de aluminio en agua cruda", como leyó el entonces diputado Fernando Vásquez (Psuv). 

El día siguiente a esta revelación, el 20 de julio de 2010, hubo sesión del Consejo Legislativo de Carabobo. Las fracciones roja y amarilla aprobaron por unanimidad exhortar al Ministerio del Ambiente el cese inmediato del trasvase, "por deteriorar el embalse". 

Pero tres meses después, el informe final aprobado por la llamada "Comisión del Agua" sólo recomendó "estudiar la factibilidad de paralizar la estación de trasvase", situada en la planta Los Guayos, donde el caudal del Lago se mezcla con aguas servidas recién depuradas.

Fuente: El Carabeño

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