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viernes, 23 de marzo de 2012

La controversia sobre el agua potable contaminada aumenta en Venezuela

(CNN) — Los gobernadores de varios estados de Venezuela advirtieron sobre la posibilidad de que los recientes derrames de petróleo y otro tipo de contaminantes estén afectando al suministro local de agua potable.

Sin embargo, el presidente Hugo Chávez respondió que las críticas de los funcionarios y los reportes de los medios de comunicación sobre la controversia del agua son la propaganda de una batalla política en su contra. “Si esto no es una guerra, es terrorismo mediático. Esto es algo muy serio. Es un ataque a la salud física y mental del pueblo, de la comunidad. Es un crimen”, aseveró Chávez esta semana, agregando que las autoridades deberían procesar a los responsables.

La procuradora general de Venezuela anunció este jueves que una corte emitió una orden en la que se requiere a los medios “actuar con suma responsabilidad” y respaldar con evidencias la información que transmitan sobre el agua del país; en el documento se afirmaba que los reportes anteriores sobre la contaminación habían sido difundidos sin presentar pruebas para despertar el pánico. La procuradora Luisa Ortega declaró: “No tienen evidencias técnicas. Lo están haciendo para fomentar la opinión negativa, no para ayudar a la población. Si se dice que algo está pasando y resulta no ser cierto, ¿qué se puede ocasionar? Conflicto y caos".

Los críticos alegan que en vez de investigar a quienes han expresado sus preocupaciones, el gobierno debería analizar las causas de los problemas con el agua potable. “Ha habido una serie de ataques por parte del gobierno nacional… Lo que nos preocupa es que no sólo están ignorando el problema, sino que quieren censurar a los que lo denuncian”, dijo Edison Duran, director general del Movimiento por la Calidad del Agua. “Desafortunadamente, el gobierno percibe como un ataque político cualquier denuncia sobre algo que funciona mal y lo descalifica llamándolo una campaña mediática".


El gobernador de Monagas, José Gregorio Briceño, declaró que los funcionarios federales no han sido honestos respecto a lo que podría ser un grave riesgo para la población. El gobernador expresó que la salud pública es su principal interés. “Prefiero que el pueblo esté sano, que no haya enfermos, que nadie tenga cáncer o algún otro tipo de enfermedad, que ser irresponsable”, dijo a la filial de CNN, Globovisión.

Briceño se ha encontrado en el ojo de la controversia política y medioambiental sobre el agua desde el mes pasado, cuando una tubería de petróleo se rompió en el río Guarapiche que atraviesa su estado.

Los funcionarios federales afirman que la petrolera estatal ha limpiado el 95% del hidrocarburo que se derramó en el río y que el agua para beber es confiable. Sin embargo, el gobernador ha expresado sus preocupaciones sobre el suministro de agua potable en más de una ocasión, y se presentó otra ruptura, esta vez en el Partido Socialista Unido de Venezuela.
La semana pasada, los líderes del partido expulsaron a Briceño “por faltas serias e intencionales derivadas de sus posturas poco éticas y contrarrevolucionarias”; según reportaron los medios estatales.

Otros dos gobernadores de oposición también han expresado su preocupación sobre el agua en las últimas semanas. “Hacemos un llamado al gobierno nacional para que declare la emergencia en todo el sistema de aguas… No hay garantías de que el agua que llega a los hogares en el centro del país sea potable”, declaró Henrique Salas Feo, gobernador del estado de Carabobo, y afirmó que el agua de una presa de la región está contaminada.

En el estado de Zulia, el gobernador Pablo Pérez aseguró que un derrame ocurrido en Colombia había contaminado un lago. Sin embargo, Chávez insistió que las preocupaciones de los funcionarios y los informes de los medios carecían de credibilidad. “Es una vergüenza. Es una gran mentira”, dijo.

Catherine E. Shoichet en Atlanta y Osmary Hernández en Caracas contribuyeron con este reporte.

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