Dr. José Félix Oletta, epidemiólogo y exministro de sanidad. |
(Daniel Pabón || dpabon@el-carabobeno.com) La ausencia de cloro en el agua que se sirve a Valencia, Naguanagua, San Diego, Libertador y parte de Los Guayos enciende las alarmas de salud pública por las graves consecuencias que esta deficiencia acarrea para la salud de estas comunidades. Particularmente, por el riesgo de aumento de enfermedades de origen hídrico.
Las anteriores son apreciaciones de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, divulgadas este viernes, en reacción al más reciente perfil de calidad de agua publicado por Hidrocentro, correspondiente a junio.
Además de promediar 0,0 miligramos por litro el cloro libre a la salida de la potabilizadora Alejo Zuloaga, el mes pasado arrojó las más altas concentraciones de color, turbiedad y aluminio de los últimos tres años. “Se agrega la ausencia de cloro a otros indicadores que muestran la pobre calidad del agua para consumo humano que reciben estos pobladores desde hace más de tres años”, interpretaron ambos entes.
La inobservancia por parte de Hidrocentro de las Guías y Normas Sanitarias de la Calidad del Agua indica que los responsables carecen de enfoques de gestión preventivos, que abarcan desde los recursos hídricos al consumidor, señala el texto. “Está omisión está produciendo graves consecuencias para la salud humana y alto riesgo de morbilidad y mortalidad, por la presencia de agentes químicos peligrosos para la salud, también por agentes infecciosos (virus de hepatitis A, bacterias entéricas, E. coli enteropatógena, salmonellas, shigellas, protozoarios, helmintos) y agentes tóxicos como cianobacterias y otros”.
Meta pendiente
La Sociedad y la Red concatenó que, de esta forma, Venezuela se aleja de cumplir los Objetivos y Metas del Milenio de las Naciones Unidas, cuyo compromiso hídrico recordó: “En virtud del derecho humano a disponer de agua, todas las personas deben tener agua suficiente, asequible, accesible, segura y aceptable para usos personales y domésticos”.
La reacción del gremio médico, que firmó el epidemiólogo y exministro de sanidad José Félix Oletta, recuerda que han sido numerosos los reclamos de varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas citan a la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua, para que Hidrocentro, filial de Hidroven, y el Gobierno nacional subsanen las causas que originan este problema de salud pública, producido por el trasvase de los excedentes del Lago de Valencia, bombeados al embalse Pao-Cachinche, aunado a la incapacidad de la planta Alejo Zuloaga para tratar el exceso de aguas comprometidas que ahora recibe y que envía a la Gran Valencia.
Los reclamos judiciales han dado respuestas muy tardías y lentas, consideran ambas organizaciones, en alusión a que un año después el llamado Juicio del Agua todavía sigue sin sentencia en un tribunal del área metropolitana. “Mientras tanto, la Defensoría del Pueblo incumple su misión y el deber de proteger oportuna y efectivamente el derecho de los ciudadanos de disponer de agua de calidad, accesible y segura para preservar su salud”.
Fuente: El Carabobeño
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