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domingo, 13 de julio de 2014

Problemas hídricos configuran una crisis sanitario-ambiental

La calidad de Pao-Cachinche es clave en la crisis (Foto El Carabobeño)
(Daniel Pabón || dpabon@el-carabobeno.com). Un embalse se derrama mientras en una ciudad escasea el servicio. Una autoridad lo atribuye a la sequía y asegura la potabilidad del líquido. Pero una comunidad, cuando lo recibe, lo halla con coloraciones u olores. Y un análisis oficial de calidad no se parece a las normas.

Las evidencias científicas y técnicas acumuladas en esta historia real son abrumadoramente claras de las dimensiones de la crisis sanitario-ambiental que se está creando, advirtió Edison Durán Lucena. “Los ciudadanos saben que el agua que llega a sus hogares no es potable y, al igual que nosotros, se indignan cada vez que un funcionario declara que está en óptimas condiciones”, sinceró el físico de profesión y director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua.

Desde la potabilizadora que sirve al área metropolitana de Valencia, cada mes supera al anterior: turbiedad de 5,9, de 8,2 y de 12,7, cuando 5 unidades son el límite; aluminio disuelto en cada litro a razón de 0,16, de 0,58 y de 0,78, aunque la norma venezolana pone la raya en 0,20 miligramos; cloro libre, para desinfectar, que debería oscilar en torno a 1 miligramo por litro, pero que viene en caída libre con 0,8 en abril, 0,1 en mayo y el inusual 0,0 de junio, que prendió las alarmas de epidemiólogos y de la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

Estos resultados, examinó Durán Lucena, demuestran la agudización de la crisis que vienen alertando durante los últimos cinco años, frente a la mirada indiferente del Estado. Por eso llamó la atención de las instituciones públicas, de los diputados al Parlamento, del gobernador, de los alcaldes y concejales, de las universidades, gremios profesionales y organizaciones sociales. “Hagan de ésta una causa común, de máxima prioridad para la sustentabilidad presente y futura de Valencia y la salud pública de sus ciudadanos”.

Las dudas de todos

No existe sistema que pueda garantizar, ni siquiera medianamente, la desinfección de un agua con valores tan altos de color y turbiedad. Tampoco la sociedad debe aceptar pasivamente indicadores tan altos en agua de consumo humano. El par de sentencias son de Manuel Pérez Rodríguez, no solo ingeniero sanitarista con especialización en descontaminación de aguas, sino el presidente que encabezó la transición INOS-Hidrocentro.

Pérez Rodríguez, que ahora es director de Desarrollo Técnico y Asesoría Ambiental de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua, reclamó que la hidrológica y la cartera ambiental están en la obligación moral y técnica de explicarle tres cosas al pueblo: 1) ¿Por qué desde hace tanto tiempo suministra agua de tan mala calidad sin dar ninguna explicación técnica?, 2) ¿existe algún plan de inversión para la reparación y rescate de la infraestructura de acueductos, cloacas, plantas potabilizadoras y depuradoras que administra Hidrocentro? y 3) ¿considera la estatal que esta pésima calidad del agua puede seguir suministrándose a la población por tiempo indefinido, sin causar daño a la salud de la población?

Dos meses atrás Hidrocentro zanjó que mantienen estricto control en los procesos involucrados con la potabilización del recurso que distribuye y que aplican de manera precisa las dosis de sustancias químicas requeridas, garantizando agua apta para el consumo humano. “Es un agua segura que no pone en riesgo la salud de la población en la región central del país”.

La conclusión que debemos sacar, remató Pérez Rodríguez, es que los números hablan por sí solos del creciente deterioro y empeoramiento del sistema hídrico. “Llevamos más de cuatro años y medio haciendo el planteamiento de cómo empezar a solucionar esta compleja situación, sin que Hidrocentro ni el Ministerio del Ambiente den asomo de querer resolver y actuar de forma seria y responsable”.
 

sábado, 12 de julio de 2014

"Ausencia de cloro en agua enciende las alarmas de salud pública"

Dr. José Félix Oletta, epidemiólogo y exministro de sanidad.
(Daniel Pabón || dpabon@el-carabobeno.com) La ausencia de cloro en el agua que se sirve a Valencia, Naguanagua, San Diego, Libertador y parte de Los Guayos enciende las alarmas de salud pública por las graves consecuencias que esta deficiencia acarrea para la salud de estas comunidades. Particularmente, por el riesgo de aumento de enfermedades de origen hídrico.

Las anteriores son apreciaciones de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, divulgadas este viernes, en reacción al más reciente perfil de calidad de agua publicado por Hidrocentro, correspondiente a junio.

Además de promediar 0,0 miligramos por litro el cloro libre a la salida de la potabilizadora Alejo Zuloaga, el mes pasado arrojó las más altas concentraciones de color, turbiedad y aluminio de los últimos tres años. “Se agrega la ausencia de cloro a otros indicadores que muestran la pobre calidad del agua para consumo humano que reciben estos pobladores desde hace más de tres años”, interpretaron ambos entes.

La inobservancia por parte de Hidrocentro de las Guías y Normas Sanitarias de la Calidad del Agua indica que los responsables carecen de enfoques de gestión preventivos, que abarcan desde los recursos hídricos al consumidor, señala el texto. “Está omisión está produciendo graves consecuencias para la salud humana y alto riesgo de morbilidad y mortalidad, por la presencia de agentes químicos peligrosos para la salud, también por agentes infecciosos (virus de hepatitis A, bacterias entéricas, E. coli enteropatógena, salmonellas, shigellas, protozoarios, helmintos) y agentes tóxicos como cianobacterias y otros”.

Meta pendiente

La Sociedad y la Red concatenó que, de esta forma, Venezuela se aleja de cumplir los Objetivos y Metas del Milenio de las Naciones Unidas, cuyo compromiso hídrico recordó: “En virtud del derecho humano a disponer de agua, todas las personas deben tener agua suficiente, asequible, accesible, segura y aceptable para usos personales y domésticos”.

La reacción del gremio médico, que firmó el epidemiólogo y exministro de sanidad José Félix Oletta, recuerda que han sido numerosos los reclamos de varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas citan a la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua, para que Hidrocentro, filial de Hidroven, y el Gobierno nacional subsanen las causas que originan este problema de salud pública, producido por el trasvase de los excedentes del Lago de Valencia, bombeados al embalse Pao-Cachinche, aunado a la incapacidad de la planta Alejo Zuloaga para tratar el exceso de aguas comprometidas que ahora recibe y que envía a la Gran Valencia.

Los reclamos judiciales han dado respuestas muy tardías y lentas, consideran ambas organizaciones, en alusión a que un año después el llamado Juicio del Agua todavía sigue sin sentencia en un tribunal del área metropolitana. “Mientras tanto, la Defensoría del Pueblo incumple su misión y el deber de proteger oportuna y efectivamente el derecho de los ciudadanos de disponer de agua de calidad, accesible y segura para preservar su salud”.

viernes, 11 de julio de 2014

Agua de Valencia no está debidamente desinfectada

Resultados oficiales de Hidrocentro
(Daniel Pabón | dpabon@el-carabobeno.com) Nunca antes desde que Hidrocentro empezó a divulgar sus perfiles de calidad de agua, hace tres años y medio, las concentraciones mensuales de color y turbiedad habían promediado números tan altos como los de junio.

El indicador color cerró el mes pasado con valoración de 20 unidades de platino/cobalto, cinco más que el máximo aceptado en las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable. La turbiedad se montó en 12,7 unidades nefelométricas, aunque el mismo reglamento recomienda no pasarse de cinco, e incluso de 10 en “casos excepcionales y plenamente justificados”.

Son datos recién publicados por la hidrológica en su sitio web, correspondientes al líquido una vez ha sido potabilizado en la planta Alejo Zuloaga, de San Luis, en Tocuyito, y antes de ser distribuido a Valencia, Naguanagua, San Diego, Libertador y parte de Los Guayos. Es lo que se conoce como el Sistema Regional del Centro 1.

El efecto trasvase

El agua potable de junio contuvo una media de 0,78 miligramos de aluminio por cada litro. Un dígito similar no era reportado por los técnicos desde el mismo mes de hace tres años, a pesar de que está normada una dosis deseable menor a 0,10 y un tope permitido de hasta 0,20 miligramos por litro.

¿Por qué el exceso? El hecho de que los excedentes del Lago de Valencia sean bombeados al Pao-Cachinche hace ligeramente más ácida el agua del embalse. Para adecuarla, en la planta se usa sulfato de aluminio. “Si el agua está ácida, se necesita más químico y más tiempo de contacto. Eso hace que el aluminio residual aumente y que la planta produzca menos”, explicó César Humberto Flores, integrante de la Comisión del Agua del Colegio de Ingenieros de Carabobo.

El especialista en recursos hidráulicos calculó que la planta Alejo Zuloaga puede estar tratando de tres mil 500 a cuatro mil litros por segundo y no los más de siete mil que pudiera potabilizar con agua de mejor calidad. “Aunque se desconoce la información oficial, es alrededor de la mitad de su capacitad instalada”.

Cero desinfectante

También es la primera vez que la filial de Hidroven reporta un mes con 0,0 miligramos por litro de cloro libre. Lo normal sería que, a pie de planta, oscile en torno a 1, para que en su viaje por las tuberías el líquido mantenga un cloro residual de entre 0,3 y 0,5 miligramos por cada litro, de forma de garantizar su calidad bacteriológica. “Si no hay cloro libre, tampoco hay cloro residual en la red de distribución. El agua no estaría saliendo convenientemente desinfectada de la planta”, razonó Flores, con base en lo divulgado.

La ausencia de cloro y al mismo tiempo la alta turbidez sugiere dos hipótesis, que enumeró el consultor ambiental Alfonzo Herrera: 1) si se está aplicando cloro después de la potabilización (poscloración), querría decir que existen muchos sólidos disueltos (materia orgánica) y que el desinfectante se consume todo en su intento de oxidarlos. “Y aun así no baja la turbiedad”, o 2) que no se esté añadiendo cloro postratamiento. “Eso también sería malo”.

En marzo pasado, cinco para entonces analistas de control de calidad de la Alejo Zuloaga reclamaron, mediante un documento remitido a sus superiores, “la ausencia de suministro de sustancias químicas necesarias para procesar el agua cruda y obtener un agua apta para el consumo humano”. Avisaban que el ente encargado de mantener el stock no daba estricto cumplimiento a las solicitudes.

En todo caso, hasta 90% de la materia orgánica que viene de Pao-Cachinche debería quedarse asentada en los sistemas de filtración de la planta de Tocuyito, advirtió Herrera. “Desconocemos si algunos están fuera de servicio, pero por los resultados se infiere que los filtros no estarían reteniendo suficientemente las impurezas y estas podrían estarse colando a la red”.

martes, 8 de julio de 2014

Crisis de calidad del agua empeoró durante el mes de Mayo

De los resultados oficiales de calidad de agua publicados por Hidrocentro para el mes de Mayo de 2014 se observa que 4 de los 7 parámetros reportados están fuera de norma, lo que equivale a decir que el 57.14% de los parámetros reportados no cumplen con las Normas Sanitarias de Calidad de Agua.

Estos resultados en general, son los peores resultados admitidos desde que Hidrocentro empezó a hacer públicos parcialmente sus resultados sobre la calidad del agua, y evidencian que los efectos de haber vaciado el Dique de Guataparo (para combinar sus aguas con las del Pao-Cachinche y así disminuir los niveles de contaminación momentáneamente) fueron efímeros y ya se disiparon, y por ello los resultados oficiales vuelven a mostrar el avance en el deterioro del Pao-Cachinche, ya que sus principales causas de contaminación como son las aguas residuales no debidamente tratadas de la P.T.A.R. La Mariposa y las aguas no tratadas del Trasvase del Lago de Valencia, siguen descargándose sobre el Embalse, afectándolo cada día más. 

La turbiedad del agua alcanzó el máximo valor jamás reportado por Hidrocentro, de 8,2 NTU durante el mes de Mayo siendo el valor máximo permitido de 5 NTU, lo que representa un 64% superior al máximo valor permitido, cuyo valor viene incrementándose sostenidamente desde Febrero de este año cuando tuvo un valor de 4.5 NTU. El color del agua alcanzó nuevamente el máximo valor permitido de 15 Pt/Co, que es 3 veces más al valor deseado, manteniéndose fuera de norma desde Octubre del año pasado.

El aluminio, que el mes pasado había sido reportado dentro de norma por primera vez en 5 años, volvió nuevamente al superar el valor máximo permitido por las Normas Sanitarias en un 82%, su valor más alto en 19 meses. El Cloro, el cual siempre se debe encontrar en una concentración de 0,3 mg/l y 0,5 mg/l, se reportó en 0,1%, el valor más bajo jamás reportado por Hidrocentro, y que implica que el agua estuvo sub-clorada durante el mes de Mayo, lo cual representó un riesgo inmediato para la salud de la población abastecida al no se haberse garantizado la calidad bacteriológica del agua, lo cual fue reportado en múltiples ocasiones por los ciudadanos en protestas de las comunidades y a través de las redes sociales.  Finalmente, el valor del parámetro Hierro, que ha sido reportado desde hace varios años fuera de norma, no fue reportado este mes por Hidrocentro. 

Vemos con extrema preocupación como pasan los años y el problema se agrava, mientras el gobierno nacional e Hidrocentro siguen sin ofrecer soluciones reales y sostenibles que nos permitan mejorar la calidad del agua. Desde la Fundación Movimiento Por la Calidad del Agua seguiremos impulsando las acciones legales e institucionales para que se garantice plenamente el derecho humano del acceso al agua potable de todos los Carabobeños y Venezolanos.  

miércoles, 18 de junio de 2014

Juicio del agua no avanza con la celeridad que requiere el problema

Luico Herrera Gubaira - Dir. Legal de la FMPCA
(Daniel Pabón dpabon@el-carabobeno.com) A un año de la admisión del juicio del agua, luce demorado el día en que Hidrocentro deberá explicar las causas de las deficiencias en el servicio mientras los denunciantes tendrán que mostrar sus pruebas. “La demanda no ha avanzado con la celeridad que este problema requiere”, consideró Lucio Herrera Gubaira, director legal de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua.

Fue en junio de 2013 cuando el Juzgado Tercero de los municipios Valencia, Libertador, Los Guayos, Naguanagua y San Diego admitió por primera vez la reclamación por deficiente prestación del servicio hídrico en Carabobo, a solicitud de la Fundación y con la adhesión de particulares. Tras reiniciarla, el juez readmitió la causa hace nueve meses.

A la fecha persisten retrasos en la entrega de las boletas de notificación a los 11 organismos del Estado convocados. “Llegó un grupo, pero faltan otras”, actualizó el abogado. Además, cuando conste en el expediente que la Procuraduría fue avisada el proceso será suspendido por 90 días. Esto aleja más la fecha de la audiencia.

domingo, 25 de mayo de 2014

Embalse Pao Cachinche está siendo contaminado de manera deliberada


Durán explicó que la planta de La Mariposa está por el suelo. (Foto El Carabobeño)
(Alfredo Fermín | afermin@el-carabobeno.com) Edison Durán Lucena, director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua, reitera que el futuro de Valencia está en riesgo porque la única fuente de abastecimiento de agua para tres millones de personas, como lo es el embalse Pao Cachinche, está siendo contaminada de manera deliberada por acciones del Gobierno nacional, en especial por el Ministerio del Ambiente.

“Valencia tiene esta vulnerabilidad -explicó- porque el mismo cuerpo que abastece de agua a los ciudadanos es el mismo receptor de las aguas negras. Y la infraestructura, la planta de La Mariposa, diseñada para purificar el agua antes de que las aguas negras lleguen al embalse, está por el suelo”.
De acuerdo con su criterio, la nueva infraestructura La Mariposa II, que ha debido construirse de acuerdo con el crecimiento de la ciudad para atender las aguas negras que generan los miles de habitantes, no está culminada a pesar de que ha debido estar lista en 2007.

Explicó que esto ha permitido que las aguas negras contaminen el embalse a niveles que superan la capacidad de la planta potabilizadora Alejo Zuloaga, que ya no puede cumplir con sus funciones.Y por eso Hidrocentro añade cada vez más cantidad de contenidos químicos para descender los niveles de contaminación del agua. Pero esos químicos pasan a la red de redistribución y eso es lo que explica la gran cantidad de problemas de salud que estamos viviendo.

-¿Cuándo se complicó más el problema de la contaminación del agua?

-El problema principal tiene su origen en 2007 cuando para controlar el crecimiento descontrolado del Lago de Valencia, el Gobierno decidió hacer la acción ambiental más irresponsable en la historia del país que fue construir una tubería de más de 14 kilómetros de longitud, que succiona 5.600 litros de agua del Lago de Valencia y, sin ningún tipo tratamiento, las envían al embalse Pao Cachinche. Por esta irresponsabilidad organismos gubernamentales y particulares han demostrado que todos esos contaminantes del lago han perjudicado de manera dramática al embalse Pao Cachinche. Y, en estos momentos, la calidad del agua es peor. Eso hace que, aunado al colapso de la potabilización, cada vez tengamos agua de menor calidad.

Mi preocupación es que para el consumo humano y para la industria debemos estar produciendo alrededor de diez mil litros por segundo. Pero si sumamos todas las fuentes de abastecimiento que tiene el embalse Pao Cachinche cuando mucho podemos llegar a los siete mil litros por segundo, suponiendo que funcionara al cien por ciento de su capacidad.

Estructuralmente tenemos un déficit de dos mil litros por segundo. Si vamos a la realidad del colapso de la planta, por los niveles contaminación, por los filtros que no funcionan y por otros detalles técnicos, lo que se está produciendo es el 50 por ciento de su capacidad.

Hoy en día Hidrocentro puede satisfacer el 60 por ciento de las necesidades de Valencia. Si esto lo proyectamos para el 2020 tendremos un 50 por ciento de déficit. Pero el problema será más grave si se cumple con la amenaza del trasvase del Lago de Valencia anunciado por el gobierno en 2012. Estamos hablando de que 18 mil litros por segundo de aguas contaminadas irían a parar al embalse Pao Cachinche. Eso sería la muerte del embalse porque quedaría inutilizado por los niveles de contaminación. Esto nos llevaría a mayor racionamiento forzoso y mayores problemas de salud pública.

"Hidrocentro comete un crimen al enviar a la población agua de mala calidad"

Desayuno en la Redacción sobre la Calidad del Agua
Marlene Castellanos/ Daniela Chirinos Arrieta

El artículo 36 de la Ley Orgánica para la Prestación de Servicio de Agua Potable y Saneamiento, establece que debe garantizarse la calidad del vital líquido, norma que no se cumple en Carabobo, pues según la licenciada en biología y ex supervisora de microbiología de Hidrocentro, Yhilda Paredes; el ex diputado Germán Benedetti y el director general del Movimiento por la Calidad del Agua, Edison Durán, la distribución de este recurso natural no cumple desde hace cinco años con lo establecido, lo cual está generando en la población un problema de salud pública.

Paredes, Benedetti y Durán, quienes fueron los invitados al Desayuno en la Redacción, coincidieron en que el agua que está llegando a los hogares carabobeños no es apta para el consumo humano y además es perjudicial para el bienestar integral, por lo que desde el año 2007 se debió decretar de manera permanente la emergencia sanitaria.

En este encuentro también estuvieron presentes: Laurentzi Odriozola Echegaray, director de Notitarde; Margarita Jiménez Márquez y Daniel Degwitz, miembros de la junta directiva. Igualmente, participaron los periodistas: Humberto Torres, Francisco Briceño, Vanessa Carreño, Daniela Chirinos y Marlene Castellanos.

Durante la entrevista Edison Durán, explicó que los parámetros de componentes superan los máximos permitidos y puso como ejemplo el aluminio, cuya concentración debe estar en 0,20 miligramos por litro y está, según las últimas cifras publicadas por la empresa, en 0,44; es decir casi un 120% superior a lo estipulado.

El cloro es otro de los elementos que está por encima de lo norma, pues de 0,5 miligramos por litro está actualmente en 1,2 miligramos, mientras que el hierro y el color se encuentran en el límite del máximo permitido.

Recordó que la turbiedad no debe exceder de 5 unidades nefelométricas y se mantuvo entre 4,5 y 5,3. Explicó que estos números son, en promedio, los peores jamás reconocidos por la compañía hídrica.
Aunque esta situación ha sido negada por las autoridades de la empresa, la ex supervisora de microbiología de la compañía, Yhilda Paredes, explicó que la Planta Alejo Zuloaga no fue diseñada para tratar aguas  como las provenientes del Lago de Valencia, la cual tiene años recibiendo desechos orgánicos e inorgánicos en toda su gama; incluyendo las industriales.

martes, 20 de mayo de 2014

Mala calidad del agua contribuye a racionamientos en Valencia

Durán desminitó que los racionamientos sean por Sequía (Foto El Carabobeño)
(Luis Quintero - El Carabobeño) Mala calidad del agua contribuye a racionamientos en Valencia Luisa Quintero Para Edison Durán, director del Movimiento por la Calidad del Agua, la mala calidad del líquido en las distintas zonas de Valencia es producto de las malas acciones que ha realizado la Hidrológica del Centro (Hidrocentro). 

Los niveles de contaminación química, salinidad y de carga orgánica son mucho mayores para los cuales fue diseñada la planta Alejo Zuloaga, en la cual Hidrocentro vierte mayor cantidad de químicos para tratar de que esa agua sea potabilizada, expresó.
Durán desmintió que los racionamientos del líquido sean producto de la sequía. “Esa agua cruda del Pao-Cachinche cada día esta más contaminada y es difícil potabilizar, eso conlleva un descenso dramático de los niveles de producción de la planta”. 

El vocero del movimiento manifestó que los problemas en la calidad del agua se han agravado, porque no se han tomado las medidas necesarias para detener el trasvase del lago de Valencia al embalse Pao-Cachinche o terminar la planta La Mariposa 2. Este proyecto serviría para rehabilitar la planta La Mariposa e impedir que las aguas negras sigan contaminando el embalse, además de corregir los problemas que existen en la planta Alejo Zuloaga. 

Durán explicó que los cambios en la calidad del agua son atribuibles a lo que se hace en la planta potabilizadora. “Muchas veces estos manejos se hacen como vaya viniendo vamos viendo, la cantidad de químicos que son añadidos al agua no son continuos y por eso observamos esta situación”.

En espera del juicio del agua 

Lucio Herrera, director legal de la fundación Movimiento por la Calidad del Agua, señaló que se están llevando a cabo las notificaciones a Hidrocentro y el Ministerio del Ambiente (las partes demandadas) para proceder a la reactivación del juicio por la calidad del agua.

El juicio está próximo a reactivarse, indicó Herrera. “Una vez admitido el recurso el tribunal encargado del caso ordenó la notificación a un número importante de organismos nacionales por lo cual se ha demorado muchísimo el procedimiento pero ya están regresando las comisiones”.

El vocero aseveró que luego de esto, se dará curso a los noventa días correspondientes para que las dependencias citadas puedan comparecer a rendir un informe como lo dicta la ley para dar respuesta a la demanda presentada.

lunes, 21 de abril de 2014

Altos valores de color, turbiedad, aluminio, hierro y cloro en agua de Valencia

Planta Alejo Zuloaga.(Foto Archivo/El Carabobeño)
(Daniel Pabón dpabon@el-carabobeno.com) Con un semestre de retraso, Hidrocentro publicó en su sitio web nuevos datos de calidad de agua a la salida de sus 15 sistemas de potabilización en Carabobo, Aragua y Cojedes. Corresponden a los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2013 y enero y febrero de 2014.

En el caso de la planta Alejo Zuloaga, que desde Tocuyito surte a la mayoría del área metropolitana de Valencia, cinco de los 10 indicadores divulgados rozan o se sitúan por encima del valor máximo aceptable establecido en las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable.

Se trata de los parámetros de color (el máximo permitido es de 15 y promedió 15 en los cinco meses), turbiedad (no debe exceder de 5 unidades nefelométricas y se mantuvo entre 4,5 y 5,3 unidades), aluminio (estable entre 0,42 y 0,47 miligramos del metal por cada litro potabilizado, aunque el tope aceptable sea de 0,20), hierro (su concentración no puede pasar de 0,30 miligramos por litro y alcanzó hasta 0,43) y cloro libre (desinfectante que garantiza la calidad bacteriológica del líquido recién potabilizado y que en dos meses alcanzó 1,2 miligramos por cada litro).

Los números de turbiedad son, en promedio, los peores jamás reconocidos por Hidrocentro desde que la estatal revela parcialmente los datos oficiales, superando incluso por primera vez el valor máximo aceptable de dicho parámetro, destacó Edison Durán Lucena, director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua.

También se trata de la primera vez que el 50% de los valores reportados llegan a estar fuera de norma, recordó el ambientalista. Se desconoce, no obstante, más de la mitad del perfil completo de calidad del recurso que llega a los hogares pues, según las normas vigentes, son 54 los indicadores que deberían ser reportados por las autoridades.

Durán Lucena analizó que estos últimos valores oficiales de Hidrocentro demuestran el colapso de la infraestructura hidráulica-sanitaria de la región central. “Cada vez se agrava más la crisis, no solo de calidad, sino de cantidad, producto de la larga acumulación de problemas desatendidos”. Lamentó que se mantenga la indiferencia de las instituciones públicas, que solo aprueban recursos multimillonarios para obras y mejoras de las que nunca se rinde cuenta a los ciudadanos, y que no solucionan el problema del agua.

Mientras transcurren las últimas semanas del período seco, habitantes de la Gran Valencia volvieron a reportar deficiencias de color y olor en el líquido que reciben. Pao-Cachinche, el embalse del que se abastece la ciudad, dejó de aliviar, o de derramar sus excedentes hacia la represa Pao-La Balsa, la que surte al eje oriental, Maracay y parte de Aragua.

Fuente: El Carabobeño

jueves, 27 de marzo de 2014

Mov. Por la Calidad del Agua y ProAcceso exigen transparencia en la gestión pública del agua en Venezuela

(Caracas. 27.03.2014) Año a año se asegura haber cumplido las metas del Milenio en materia de acceso al agua potable, que según cifras oficiales, la cobertura es mayor del 96%[1]. La realidad es que el servicio se presta en condiciones deficientes de cantidad, calidad y continuidad en todo el territorio nacional. 

La gestión del agua en el país se maneja con secretismo, por una parte negándose el acceso a la información a los ciudadanos, y por otro, instituciones como la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público, amedrentando a periodistas, organizaciones y personalidades de la sociedad civil que exigen respuestas claras a los problemas sanitario-ambientales del cual el propio Estado es responsable.[2]

Aunque las cifras oficiales dan cuenta de más de un 85% de cobertura en el tratamiento de las aguas servidas[3] de las poblaciones urbanas, la realidad es que la gran mayoría de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales del país se encuentra en avanzado estado de deterioro, por lo cual no realizan con la debida eficiencia los procesos de depuración, incrementando así la contaminación de los cuerpos de agua que se supone deben proteger, como lo reconoció la Contraloría General de la República en su informe especial del 2010[4] y se evidenció en la evaluación microbiológica de agua de grifo, fechada el 26 de septiembre de 2011, por el Centro de Investigaciones Microbiológicas Aplicadas de la Universidad de Carabobo. [5]

Pese a que las normas venezolanas establecen la obligación de informar periódicamente a los ciudadanos de la calidad del agua que consumen[6], prácticamente ninguna Hidrológica en el País cumple con ello en términos regulares y confiables. Hidrocentro, uno de los pocos que publica sus valores, solo muestra en su página web[7] 11 de los 54 ítems que se establecen en Gaceta Oficial[8]. Varias acciones legales ante el TSJ y tribunales municipales[9] que se han emprendido por el libre acceso a la información pública sobre la calidad del servicio de agua potable y saneamiento, han sido desestimadas por el Poder Judicial, bajo argumentos leguleyos que vulneran el derechos constitucional de los ciudadanos a saber, a tener un ambiente sano y el derecho a la salud. Diversas organizaciones ambientalistas de la sociedad civil, como la Fundación Movimiento Por la Calidad del Agua, han presentado, desde hace más de 5 años, evidencia científico-técnica que muestra cómo a la población de los Estados Aragua, Carabobo y Cojedes, se le ha estado suministrando desde el año 2007 agua que no cumple con las Normas Sanitarias de Calidad de Agua Potable vigentes, llegándose a demostrar el suministro con altos niveles de concentración de químicos(entre ellos Aluminio) muy por encima de la norma vigente, así como la presencia de bacterias, parásitos, y hasta coliformes fecales en el agua suministrado para el consumo de la población. Diversas organizaciones médicas y profesionales de la toxicología han alertado sobre los efectos a mediano y largo plazo de la ingesta de agua en estas condiciones, sobre la salud de la población abastecida. 

En cuanto a obras públicas, la principal causa de la contaminación del Embalse Pao-Cachinche, que surte la región central, se ve agravada por la construcción y puesta en marcha en 2007 (sin haberse realizado un estudio de impacto ambiental) de un sistema de trasvase de envía a ese reservorio, más de 5.600 litros por segundo de aguas contaminadas y sin ningún tipo de tratamiento del Lago de Valencia, contribuyendo a acelerar el deterioro de su calidad y comprometiendo su usabilidad como fuente apta para el abastecimiento. Los avances en esta materia se desconocen debido a que los canales informativos con las hidrológicas se cerraron luego del exhorto de los tribunales. 

En el estado Delta Amacuro, durante la gestión de la gobernadora Lizeta Hernández (2008 – 2012), fue removida de la comunidad de San Francisco de Guayo, Municipio Antonio Diaz una planta potabilizadora de micro filtración instalada por los miembros de la comunidad. Actualmente está retenida por entes gubernamentales y la comunidad no cuenta con sistema de tratamiento. Por su parte la Estación de Bombeo Villa Rosa III lleva más de dos años abandonada y otros casos de obras sin finalizar que han dejado a comunidades de este estado sin el derecho humano de acceso al agua; recurso que es fundamental para su subsistencia. En la Isla de Cocuina, por ejemplo, existen muchísimas fincas preparadas para el cultivo de arroz, enmarcado en el Proyecto de Desarrollo Integral Delta del Orinoco; para la calidad del agua y su distribución se propuso a crear una represa que permitiría mejorar las condiciones. En estos momentos se encuentra totalmente parada. 

Exigimos información sobre estos recursos y proyectos aprobados que se muestran en el Cuadro 1.

Cuadro 1
Todos los venezolanos merecen que el Estado haga un uso responsable y transparente de los recursos para la mejora del servicio de agua potable y saneamiento, por lo cual las organizaciones miembros de la Coalición ProAcceso, en alianza con el Movimiento por la Calidad del Agua y en representación de los más altos intereses de todos los ciudadanos venezolanos, exigimos en marco del Día Mundial del Agua al Gobierno Nacional: 

1. Que el Ministerio del Ambiente haga público en su página web, y para todos los venezolanos, su Memoria y Cuenta, lo cual no hace desde el año 2010, así como los informes de ejecución de cada uno de los proyectos mencionados y relacionados a la mejora del servicio de agua y saneamiento, para los cuales el Estado Venezolano se ha endeudado por suma de aproximadamente $500.000.000 ante organismos internacionales. 

2. Que el Ministerio del Ambiente, a través de su empresa HIDROVEN, y todas sus empresas hidrológicas a nivel nacional, cumpla con su obligación de informar a todos los ciudadanos de la calidad del agua para consumo humano con la cual es abastecida, presentando regular y oportunamente, colocando a disposición de todos en sus páginas web los estudios científicos que la avalan. 

3. Que el Ministerio del Ambiente informe a todos los ciudadanos de la región central del País el estatus actual de las obras de control y saneamiento del Lago de Valencia, así como el destino de los $580.000.000 anunciados para su ejecución. 

4. Que se incorpore a las universidades autónomas nacionales, sus centros de Investigación, y las ONGs ambientalistas, en la evaluación y definición de los planes nacionales en el manejo del agua y la recuperación de la infraestructura hidráulica a nivel nacional. 

5. Que el Estado venezolano no criminalice la justa exigencia de mayor transparencia y libre acceso a la información en materia de la gestión del agua y se ofrezcan garantías del derecho humano al acceso al agua potable en nuestro país. 

6. Que los tribunales venezolanos modifiquen el criterio bajo el cual se acordó la exigencia, a los medios de comunicación nacionales y regionales, de presentar un soporte técnico veraz avalado por un organismo competente al momento de difundir información relacionada con la “presunta contaminación del agua”. 

7. Proacceso se adhiere a las conclusiones de Foro Internacional sobre Integridad del Agua realizado en los Países Bajos del 5 al 7 de junio de 2013, firmadas por más de 100 expertos de 75 organizaciones de todo el mundo: http://www.waterintegrityforum.com/?page_id=519 .

jueves, 9 de enero de 2014

Carabobo sabrá en 2014 si mejorará la calidad del agua por la vía judicial

Ambientalistas quieren evitar el trasvase de aguas no tratadas. (El Carabobeño)
(Daniel Pabón - dpabon@el-carabobeno.com) ¿Seguirá llegando agua sucia del Lago de Valencia al Pao-Cachinche?, ¿se permitirá que todavía más excedentes sean trasvasados hacia el embalse de los valencianos?, ¿garantizarán las autoridades el derecho a un ambiente sano? Son preguntas que tendrán respuestas en 2014, año en que el llamado Juicio del Agua conocerá sentencia.

En 2013 se comenzó a recorrer el camino de hacer justicia sobre este problema, evaluó Edison Durán Lucena, director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua. Y en 2014, completó, los carabobeños sabrán si existe la posibilidad de solucionarlo a través de la vía judicial. “Veremos si el Estado es capaz de garantizar el derecho a la salud de sus ciudadanos o si está al servicio de defender la imagen del Gobierno”.

La activación Luego de 13 meses de espera, en mayo pasado el Tribunal Supremo de Justicia decidió sobre un recurso de amparo que busca proteger los derechos humanos fundamentales a la salud, al agua potable y a un ambiente sano de tres millones de venezolanos. “El TSJ se lavó las manos”, rechazó el vocero, al recordar que la máxima instancia declinó esa competencia a los juzgados de municipio, por tratarse de un servicio público.

El Juzgado Tercero del área metropolitana de Valencia conoce la demanda desde el 11 de junio pasado, cuando la admitió. “Un procedimiento que ha debido ser, según ordenan las leyes, expedito, rápido y vinculante, se ha convertido más bien en otra instancia donde el gobierno y los poderes públicos han tratado de frenar el avance de una solución”, ponderó Durán Lucena.

¿Por qué lo dice? A la fecha ya debería haber una sentencia firme y vinculante sobre los cuatro puntos de la reclamación contra Hidrocentro por deficiente prestación del servicio de agua potable y saneamiento: que el suministro de agua sea potable; que se salvaguarde la salud de los millones de habitantes de la región abastecidos por la cuenca del Pao; que una medida cautelar proteja los embalses de los efectos ocasionados por el vertido de aguas no tratadas provenientes del Lago de Valencia, y que se evite la pretensión de otro trasvase sin el estudio de impacto ambiental correspondiente.