En agosto, el aluminio presente en el agua que la potabilizadora Alejo Zuloaga distribuye a Valencia, alcanzó una concentración de 0,62 miligramos por litro (mg/l) sobre un máximo valor aceptable de 0,20 mg/l, lo que representa un exceso de 210%. El parámetro hierro este mismo mes arrojó 0,59 mg/l, lo que sobrepasa en 95% el tope de 0,30 mg/l establecido en la norma.
Para septiembre el aluminio promedió 0,53 mg/l, o 165% por encima de lo debido, precisó Edison Durán, coordinador general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua.
A la salida del sistema Lucio Baldó Soules, que surte al eje oriental de Carabobo y parte de Aragua, este metal dio 0,29 mg/l durante agosto y 0,33 mg/l en septiembre, equivalentes a excesos de 45% y 65%.
El color, otro ítem de calidad de agua cotejado por Durán, alcanzó su valor máximo aceptable de 15 unidades de platino-cobalto en la Alejo Zuloaga durante agosto, así como en la planta Zuata de Aragua. El indicador turbiedad superó ligeramente los números permitidos (de hasta 5 unidades) en las potabilizadoras de Tinaco y Elia Nazar Arroyo, de Cojedes, tanto en agosto como en septiembre.
En ocasiones anteriores, Hidrocentro ha desestimado que resultados como estos afecten la salud pública.
El metal persistente
Los perfiles de calidad de agua potable de la hidrológica fueron presentados una vez más de forma incompleta, rechazó el coordinador de la fundación. La empresa viene divulgando 11 de los 54 parámetros que estipula la norma vigente en el país. Además, solo se muestran los registros a la salida de las plantas y no en las tuberías o redes de distribución.
La persistencia del indicador aluminio, en concentraciones fuera de norma en el agua que se distribuye para consumo humano, es consecuencia directa del deterioro del embalse Pao-Cachinche, fuente de abastecimiento del área metropolitana de Valencia, razonó Durán.
El vocero analizó que mientras las políticas públicas del Gobierno nacional sigan permitiendo la degradación de la calidad de las aguas del embalse, los procesos serán menos eficientes. “Frente a esto, será cada vez más necesaria la aplicación de mayores cantidades de químicos en las potabilizadoras”.
El panorama podría agravarse si se concreta el aumento del caudal que, sin tratamiento, es transportado desde hace cinco años desde el Lago de Valencia al embalse Pao-Cachinche, auguró Durán.
El 19 de octubre un grupo de ministros anunció que la solución definitiva al crecimiento descontrolado del nivel del Lago sería trasvasar más agua al río Pao. Todavía se desconoce si el túnel de 28 kilómetros a construir descargará antes o después de las represas de Cachinche y La Balsa.
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