miércoles, 9 de marzo de 2016

Vecinos de La Josefina protestaron tras cumplir un mes sin agua
























Vecinos mostraron pancartas en la autopista Bárbula-Guacara. /Foto Luis Cabrera

Luis Alejandro Borrero
lborrero@el-carabobeno.com

María Medina estaba desesperada. Madre de cuatro niños, no puede seguir gastando su sueldo comprando agua a camiones cisterna. En La Josefina, al norte de San Diego, los vecinos como ella tienen días sin bañarse bien. El hastío hizo que salieran el lunes en grupo a protestar en la autopista Bárbula - Guacara. “Estamos desahuciados, ¡Esto es un pueblo sin ley!”, exclamaba, ya con la voz ronca de tanto gritar en la autopista. 

-No podemos pagar hasta siete mil bolívares por un camión cisterna. El tanque de mil litros en mi parcela dura tres días. Hacen lo que les da la gana, denunció. 

Oswaldo Aguilar es vocero del Consejo Comunal. Es el encargado de la mesa técnica de agua de La Josefina. Reconoce, cabizbajo, que Hidrocentro no les ha dado respuesta. La solicitud de reparación de la bomba sigue esperando. Su formación como vocero de la mesa técnica, un proyecto para el cual la estatal gastó seis mil 442 millones 971 bolívares según su memoria y cuenta en 2015, no mella. 

La Josefina es como un pueblo fantasma. En el plan de abastecimiento de agua potable de Hidrocentro la comunidad no aparece. Esas mil 500 familias son invisibles en el archivo disponible en la página web de la estatal. Pero no significa que no haya cortes. 

Aguilar denunció que antes tenían agua tres días a la semana. Eso se redujo a 16 horas, contabilizó el vecino. Ahora solo les llega agua dos días por semana. “Antes 30% de los vecinos no tenía agua, pero ahora somos 100%”. 

Fueron a la Alcaldía, a Hidrocentro, y a la Secretaría de Desarrollo Social de la Gobernación. En ningún organismo les dieron solución concreta. Aguilar explica que la escasez se debe, además del fallo de la bomba, al pobre caudal del río La Cumaca, que surte la comunidad. 

100 Metros Por Dos Mil Bolívares

El agua siempre ha sido una intermitente en los 30 años de Rosa Nolazco viviendo en La Josefina. Una de sus vecinas, más joven, cargaba un cartel que mostraba el mensaje: “22 años como camellos” escrito en un cartón. Con los camioneros y sus agallas se lidia diariamente, relata. 

Un conductor no atiende el llamado si no se le compra la carga completa: 10 mil litros, dice Nolazco. Eso es mucho más que la capacidad de los tanques de cualquier parcela, por eso se paga entre varios. “Pero lo último es que no visitan las casas porque dicen que el tanque queda muy lejos de la calle principal y no llega la manguera. Por eso preguntan antes”. 

Si el camión se debe mover unas cuadras, son hasta dos mil bolívares de recarga por 100 metros de recorrido. “No vale el dinero, ni el agua, entonces nos quedamos sin agua toda la semana. Ya estamos obstinados, estamos ahorcados por todos lados”. Alonso Mutero agrega otro costo: 750 bolívares semanales en botellones de agua potable. “Ni que uno tuviera una mata de plata”. 

“No Sabemos Qué Consumimos”

El pozo de La Josefina tiene al menos 15 años funcionando. Freddy Díaz, otro vecino molesto, dijo que nunca han hecho un examen físico-químico al agua. Acompañaba la protesta que desde las 6:00 a.m. “Ese pozo es ilegal. No tiene permisología ni del ministerio de Ecosocialismo ni de Salud. No sabemos qué calidad de agua consumimos”. 

Para Díaz es una aberración. Los vecinos no saben quién tiene la concesión de explotación del pozo subterráneo. “Nos privatizaron el agua. ¿Somos soberanos pero no tenemos el derecho al agua?, imposible”. Si se hace una caracterización al agua de los camiones cisterna, saldrían coliformes, estima el usuario. “Nadie del ministerio nos ha venido a explicar qué estamos comprando”. 

A las 10:58 llega un mensaje de texto de Díaz. La protesta culminó. “Levantamos la tranca, un funcionario de Hidrocentro se presentó, como siempre: prometió”. El miércoles debería ser instalada una bomba hidráulica provisional. De lo contrario los tobos vacíos saldrán de nuevo en las manos de los vecinos a protestar en la autopista, prometió el vecino. (LAB)


 Extraído del diario "El Carabobeño", 08 de Marzo del 2016.

martes, 8 de marzo de 2016

Agua sucia es lo que reciben familias de La Coromoto en Guacara

El agua que reciben en el sector es marrón y con un olor putrefacto. / Foto Arturo Rodríguez
Edurnes A. Olavarrieta S.
Vecinos del sector La Coromoto del municipio Guacara denunciaron la grave problemática que enfrentan con el servicio de agua potable que les suministra Hidrocentro. Señalaron que el líquido llega completamente sucio, oscuro y con un desagradable olor que lo hace inapropiado para el consumo humano.

Llevo más de 50 años viviendo en el sector y jamás se había presentado este problema con el agua. Todos los días está llegando de color marrón o negro y con un olor putrefacto, no podemos usarla ni para los baños, es inaguantable esta situación, explicó Noemí Aparicio, habitante del sector.

La señora Evelyn Rodríguez comentó que le ha brotado una especie de salpullido y erupciones por todo el cuerpo, lo cual, según la dama, es generado por la suciedad que presenta el líquido en la zona.

A pesar de las preguntas, por ahora no hay una respuesta que explique el por qué de un tiempo para acá se ha generado esta problemática que nos mantiene agobiados. Desconocemos si esta situación se debe a la ruptura de alguna tubería que esta filtrando las aguas cloacales con las del consumo humano o es que no se está haciendo el trabajo de tratamiento adecuado a el agua que nos llega por tuberías, explicó Rodríguez.

Es algo sumamente grave porque no solo se trata del agua contaminada sino de las enfermedades que esta puede originar. Es por ello que hacemos un llamado a los entes encargados como Hidrocentro para que se aboque y busque una pronta solución que nos garantice la calidad de este servicio básico, señalaron los vecinos.
Edición impresa de "el Carabobeño", 08 de Marzo del 2016.