sábado, 9 de febrero de 2013

Exceso de aluminio en agua persistió los últimos dos años

El máximo valor de Aluminio permitido es 0,20 mg/l. (Foto El Carabobeño)
(Daniel Pabón | dpabon@el-carabobeno.com) Sin excepción. El agua que Hidrocentro potabilizó en 2011 y 2012 a través del Sistema Regional del Centro I (para Valencia, Naguanagua, San Diego, Libertador y parte de Los Guayos) mantuvo dosis de aluminio por encima de la norma.

Esta conclusión es posible luego de que la hidrológica completó, esta semana, nuevos parámetros de calidad de agua correspondientes al último trimestre de 2012. A la salida de la potabilizadora Alejo Zuloaga, planta que sirve a parte del área metropolitana de Valencia, el metal promedió concentraciones de 0,60; 0,40 y 0,52 miligramos por litro (mg/l) en octubre, noviembre y diciembre pasados. 

El máximo valor aceptable de aluminio en agua potable está fijado en 0,20 mg/l, según el artículo 14 de las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable vigentes en Venezuela desde 1998. Los datos mensuales del último bienio (ver infografía) promedian dos veces más lo permitido. Sin embargo, analizada por año, la media de 2012 descendió 0,10 mg/l -dentro del rango de exceso- en relación con la de 2011. 

La Fundación Movimiento por la Calidad del Agua señaló, con pruebas filtradas en 2010 por trabajadores de la estatal, que los valores fuera de norma habrían comenzado en 2007. Ese año el embalse Pao-Cachinche, principal almacenador del agua que procesa la Alejo Zuloaga, empezó a recibir excedentes del Lago de Valencia. También en 2010 una comisión de Gobierno admitió que este trasvase había influido negativamente en la potabilización. 


Metal acumulativo 

Un agua con un solo parámetro fuera de norma no se considera potable en ningún país del mundo, sentenció Manuel Pérez Rodríguez, director de Desarrollo Técnico y Asesoría Ambiental de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua. 

Hace tres años exactos, el también ex presidente del antiguo INOS revelaba que la planta no fue diseñada para recibir el agua tan impura que llega de Pao-Cachinche. La misma respuesta sigue vigente ahora. 

Al no haber mejoría en la calidad del agua que ingresa al embalse, el resto del proceso es una continuidad de problemas, expuso el ingeniero sanitarista. El último eslabón de esa cadena, precisó, es que la acumulación de aluminio en sistemas como el nervioso central y el renal pudiera estar asociada a una serie de enfermedades. “No lo digo yo. Ha sido probado científicamente”. 

Fuente: El Carabobeño

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