miércoles, 9 de noviembre de 2011

Aluminio, hierro y cloro en exceso distribuyó Hidrocentro para consumo humano en el primer semestre de 2011

Ing. Manuel Pérez Rodríguez
Tres parámetros de calidad de agua arrojaron valores a la salida de la planta Alejo Zuloaga que incumplen lo permitido en la norma venezolana. Los promedios corresponden a seis meses de este año (de marzo a agosto) y fueron publicados en días recientes en el sitio web de Hidrocentro. Desde esta potabilizadora el recurso es distribuido a parte del área metropolitana de Valencia. 

Con base en las "Normas Sanitarias de Calidad de Agua Potable" (Gaceta Oficial 36.395 del 13 de febrero de 1998), los componentes excedidos son aluminio, hierro y cloro residual libre. Esto fue posible porque no se han tomado las medidas necesarias para corregir los problemas hídricos, en opinión de Manuel Pérez Rodríguez, director de Desarrollo Técnico y de Asesoría Ambiental del Movimiento por la Calidad del Agua.


Aluminio recurrente

Sobre el aluminio, su valor deseable debe ser menor a 0,10 mg/L y, el máximo aceptable, es de 0,20 mg/L (miligramos por litro). Según Hidrocentro, arrojó promedios de 0,75; 0,79; 0,75; 0,78; 0,60 y 0,66 mg/L, respectivamente, en marzo, abril, mayo, junio, julio y agosto. Pérez Rodríguez calculó que esto representa una media semestral de 0,72 mg/L, lo que traduce un 260% de exceso. "Esto es muy significativo debido a su carácter neurotóxico", analizó el también ex presidente de la empresa hidrológica. 

 ¿Cómo llega este metal al agua? Pérez Rodríguez ve dos orígenes. Primero: el sulfato de aluminio es un coagulante tradicionalmente empleado en todo proceso convencional de potabilización. Segundo: el líquido crudo pudiera venir de Pao-Cachinche con alguna carga, puesto que los lodos aluminizados que expulsa la planta van a parar a ese embalse. "Es un círculo vicioso", graficó. La presencia de este elemento en el agua es recurrente. El 19 de julio de 2010 la comisión interdisciplinaria que analizó el tema aseguró que el trasvase del Lago de Valencia a Pao-Cachinche "ha influido negativamente en el proceso de potabilización, en relación al contenido de aluminio en agua cruda". El promedio del metal contenido en el agua de consumo humano de la Gran Valencia para el segundo semestre de 2010 fue de 0,73 mg/L, según publicó Hidrocentro. 


Hierro de tuberías 

El valor deseable del hierro debe ser menor a 0,10 mg/L y el máximo aceptable es de 0,30 mg/L. De marzo a agosto registró parámetros mensuales de 0,40; 0,40; 0,40; 0,37; 0,35 y 0,44 mg/L, lo que promedia 31% de exceso, puntualizó Pérez Rodríguez. "Tenemos una recirculación de elementos junto con el recurso agua. El hierro viene de la corrosión que ataca las tuberías. Haría falta sustituirlas para resolver este problema", razonó. 

El cloro libre residual se extralimitó de la norma en 35% durante el semestre analizado, y promedió 1,35 mg/L (1,30; 1,40; 1,30; 1,30; 1,35 y 1,50 mg/L de marzo a agosto) a pesar de que su valor máximo aceptable a la salida de planta es de 1,0 mg/L. No es la primera vez que pasa. Hidrocentro ha argumentado que algún pico de desinfectante se justifica para garantizar la calidad bacteriológica del líquido, pero Pérez Rodríguez contrapone que en esa agua va materia orgánica en descomposición que, junto al cloro, reacciona y produce otro compuesto no deseado (trihalometanos). 

Aunque el elemento "color verdadero" no está excedido, promedió 11,25 Pt/Co cuando el valor deseable debe ser menor a 5. Otros revelados sí cumplen con la norma, como turbiedad, pH, dureza total y coliformes. Hidrocentro publicó números de 10 parámetros, pero Pérez Rodríguez exige que se divulgue el total de 58 que conforman el perfil completo de calidad. "Estos pocos resultados demuestran que el problema tiende a empeorar. No hemos empezado a transitar el camino de las soluciones", lamentó.

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