lunes, 22 de julio de 2013

Problema de la calidad del agua será analizado en tribunal Municipal y establece un precedente en la lucha ciudadana ambiental

Foto: Cortesía de El Nacional
(Tibisay Romero - El Nacional) Como una oportunidad histórica para impedir que se sigan cometiendo “las acciones irresponsables que han llevado a la contaminación del embalse Pao-Cachinche”, calificó el físico Edison Durán, director general del Movimiento por la Calidad del Agua, el juicio que iniciará el Tribunal Tercero de la Gran Valencia sobre el problema de la calidad del agua.

Durán además consideró que es relevante el proceso “para sentar un precedente que impida, no sólo en Carabobo, sino a nivel nacional, que en el futuro se tomen decisiones sobre acciones que afectan al medio ambiente sin estudio previo de impacto ambiental como ha sucedido en el Pao-Cachinche”.

El Tribunal Tercero Municipal tendrá 90 días ahora para estudiar el recurso introducido por del Movimiento por la Calidad del Agua y luego escuchar los argumentos de las partes involucradas.

“El procedimiento contempla que Hidrocentro deberá presentar un informe explicando las causas de las deficiencias en el servicio, seguido de una audiencia preliminar oral en la que las partes podrán exponer ante el juez los elementos de prueba que serán analizados en un juicio breve, según contempla la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa”, explicó Lucio Herrera, director legal del Movimiento por la Calidad del Agua.


Ya han sido citados: Hidrocentro, Hidroven, Procuraduría General de la República, Ministerio del Ambiente, Indepabis, Ministerio Público, Ministerio de la Salud y el Movimiento por la Calidad del Agua, en su condición de demandantes, detalló Manuel Pérez Rodríguez, director técnico de esta fundación ambiental. Lucha ciudadana

Desde fines del año 2009 y comienzos de 2010, organizaciones y conocedores del tema ambiental han alertado sobre el problema del agua en el área metropolitana de Valencia y algunos municipios de Aragua y Cojedes, que también son abastecidos por el Sistema del Acueducto Regional del Centro, debido a que estudios reflejaban que ciertos parámetros de medición de este recurso estaban fuera de las normas permitidas a nivel nacional.

En 2010, el Movimiento por la Calidad del Agua, introdujo un recurso de amparo ante el Tribunal Supremo de Justicia, solicitando el acceso a la información pública sobre los parámetros de la calidad del agua y el estudio de impacto ambiental del trasvase desde el lago de Valencia hacia el embalse Pao-Cachinche que abastece a 3 millones de habitantes. No obtuvieron respuesta.

No obstante, a través de diversas vías estos ambientalistas pudieron comprobar que los parámetros de calidad del agua no eran los adecuados para la salud.

Ante una y otra instancia acudieron con sendos documentos que respaldaban sus peticiones que pueden resumirse en dos: el cese del trasvase que inició en 2007 desde el lago de Valencia hacia el Pao-Cachinche –que se calcula en 5500 litros por segundo-, y el estudio del impacto ambiental previo antes de instrumentar medidas como esta.

Otras organizaciones ambientalistas les han dado su espaldarazo. Siguieron sumándose voces como las del Colegio de Ingenieros de Carabobo, las de legisladores y diputados de Carabobo y Aragua, de la Asociación de Ejecutivos de Carabobo, entre otros. El 22 de marzo de 2012, nuevamente el Movimiento por la Calidad del Agua interpuso un recurso de amparo ante la Sala Constitucional del TSJ, por el derecho a la salud y a un ambiente sano, refirió Lucio Herrera.

El 6 de mayo, con una ponencia de la entonces magistrada Luisa Estella Morales, el TSJ declinó su competencia a los juzgados de municipio “en una decisión que pareciera buscó evadir conocer del asunto y recalificó la acción como demanda de omisión, demora o deficiente prestación de servicio público”, dijo Herrera.

La Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas acordó la declaratoria del acceso al agua potable como un derecho humano fundamental. Por eso también, los ambientalistas, acudieron ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a través del Examen Periódico Universal, para dar a conocer este problema.

Salud Edison Durán explicó que si el tribunal dicta medidas que impidan la construcción de un nuevo trasvase hacia el Pao-Cachinche y eventualmente un cese del bombeo actual, se pueden impedir las causas de la contaminación del embalse y de esta manera se garantizaría para las futuras generaciones, la única fuente de agua dulce que abastece a la Gran Valencia y a otros municipios de Aragua y Cojedes.

“Queremos que la mayor cantidad de ciudadanos, ONG ambientales, sociedad civil, consejos comunales, gremios profesionales, puedan sumarse a la causa”, recalcó Durán. De la calidad del agua que se distribuye a la población depende en gran medida la salud de ésta. “Lamentablemente hay muchas evidencias que demuestran que el agua que se está distribuyendo a más de 3 millones de personas no cumple con los parámetros establecidos en las normas de calidad de agua de Venezuela”, dijo Durán.

Asimismo agregó que estudios han demostrado que parámetros como el aluminio, que se sabe que afecta el sistema neurológico cuando se va acumulando en el cuerpo y que podría incidir en la aparición de algunos casos de autismo u otras enfermedades. También los excesos de cloración que generan efectos cutáneos e irritaciones de las mucosas, y la presencia de distintos grupos de bacterias en el agua que podrían ser las causantes del incremento de las diarreas, entre otros padecimientos.

La otra gran preocupación es que no se concrete un nuevo trasvase desde el lago de Valencia hacia este embalse, pues según han dicho voceros oficiales, significaría el triple del bombeo actual, con las consecuencias negativas de estas descargas. Herrera señaló que mientras más agua contaminada del lago llega al embalse se compromete más el trabajo de las plantas potabilizadoras Alejo Zuloaga y Lucio Baldó.
Embalse

Manuel Pérez Rodríguez, destacó que día a día, se agrava la calidad del agua en el embalse Pao-Cachinche. “El mismo recibe las descargas de aguas servidas de la Gran Valencia. Aproximadamente el 60% de la superficie del embalse presenta densa espesura de bora y lemna. Debajo de estas hay cantidades astronómicas de cianobacterias las cuales no son removidas completamente en las plantas potabilizadoras”.
Parámetros

De acuerdo a los valores publicados en la página web de Hidrocentro y evaluada por ambientalistas en Carabobo, se desprende que la hidrológica mantuvo las dosis de aluminio por encima de la norma, durante el año 2012 en el Sistema Regional del Centro I, que cubre a los municipios Libertador, San Diego, Valencia, Naguanagua y parte de Los Guayos.

A través de las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable, vigentes en el país desde 1998, se pudo constatar que a pesar de que el máximo valor de aluminio en agua potable es de 0,20 miligramos por litro, a la salida de la planta potabilizadora Alejo Zuloaga, el metal se ubicó en concentraciones de 0,60 mg/l en octubre de 2012; 0,40 mg/l en noviembre del mismo año y 0,52 mg/l en diciembre de 2012.

Fuente: El Nacional

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