sábado, 27 de febrero de 2016

Racionamiento de agua en la Gran Valencia es por deterioro de Pao-Cachinche
Embalse Pao-Cachinche, a 30 kilómetros al suroeste de Valencia. /Foto Archivo Luis Cabrera
 Luis Alejandro Borrero
lborrero@el-carabobeno.com
En las comunidades la preocupación se transforma. Primero es la falta de agua: pasan días sin que por los grifos salga algo. Luego, cuando al fin llega, el color, olor y sabor es cuestionable. “El agua está cochina”, relata al dirigente vecinal Carlos Graffe sobre el testimonio de una señora con 78 años en sector Antonio José de Sucre de la parroquia Miguel Peña. 
Cinco de los siete días de la semana no hay agua en ese sector. Según el plan de abastecimiento de la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro) solo habrá agua martes y viernes en la mañana. “Pero los vecinos tienen que esperar hasta la madrugada para que llegue agua”, sostiene Graffe. El racionamiento forzoso es inexplicable y criminal, cuestionó. 
Para Manuel Pérez Rodríguez, director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua (FMCA) el racionamiento de agua es por la incapacidad de Hidrocentro para potabilizar el agua del embalse Pao-Cachinche, principal fuente de agua para consumo humano de la región. “En el embalse lo que tenemos son aguas cloacales”. 
La planta potabilizadora Alejo Zuloaga recibe agua del embalse, las trata y las envía a los hogares. Pero al ser aguas con tan poca calidad, es imposible potabilizarlas. Eso explica que, aunque en el embalse está lleno, en su cota 353,28 metros sobre el nivel del mar (msnm) no haya la disponibilidad que en épocas anteriores, argumentó el ingeniero. 
El embalse llegan cerca de cinco mil 600 litros por segundo de aguas sin tratamiento de las cloacas de Valencia, el transvase en 2007 del Lago de Valencia y la descarga de empresas. Suma a la pésima calidad la inoperatividad de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa. 
Hidrocentro Alega Prevención
Pero la hidrológica ha respondido. Mantiene firme su tesis: la sequía. Luigina Cercio, presidenta de Hidrocentro confirmó que a Pao-Cachinche no se le ha dejado de extraer agua. “Si lo hiciera ¿Cómo le mandamos agua a Valencia, Naguanagua, San Diego, Libertador y parte de Los Guayos?”, se preguntó en una entrevista exclusiva a El Carabobeño el 21 de enero. 
Aunque reconoció que no podía hablar sobre el estado del embalse, Cercio explicó brevemente que la razón por la que Hidrocentro raciona es porque se debe prever que el fenómeno climático El Niño arrecie contra Pao-Cachinche. La evaporación acaba con cerca de mil litros por segundo en el espejo de agua, confirmó la ingeniera. 
Hay contradicciones. En esa misma entrevista, Cercio explicaba que El niño afecta solo al litoral carabobeño, no a Pao-Cachinche, que está en el municipio Libertador, a 30 kilómetros al suroeste de Valencia. Pero aún así aplican racionamiento porque no se sabe cuánto podrá durar el período seco. 
Se requieren 247 millones de dólares para transvasar líquido del Lago de Valencia al mar Caribe
Manuel Pérez, director del Movimiento por la Calidad del Agua. /Foto Archivo
El Lago de Valencia está fuera de orden. El antiguo Ministerio del Ambiente estableció que su nivel no debía superar 408 metros sobre el nivel del mar. Su última medición demuestra que está cuatro metros y 54 centímetros por encima de ese nivel. El excedente tiene que ser destinado a alguna parte. 
Manuel Pérez Rodríguez, ingeniero civil sanitarista, participó este lunes en el foro ciudadano “El agua: enemigo silencioso”. Al evento asistieron los diputados Carlos Lozano, Ylidio De Abreu, Ángel Álvarez y Marco Bozo, quienes escucharon la propuesta de transvasar el agua del Lago hacia el mar Caribe. 
Es una antigua tesis de Pérez Rodríguez. Presentada al Gobierno y nunca escuchada. Consiste en, a través de una rampa de unos 50 metros de largo, captar agua del segundo lago más grande del país y enviarlo por tuberías hacia el río Ocumare en Aragua, con un sistema de tratamiento en el camino para evitar contaminación de otros cauces. Se necesitarían 247 millones de dólares para lo que su inventor define como una solución económica, ecológica y definitiva.   
Deyalitza Aray, diputada suplente, valoró  la propuesta y pidió a la AN que se estudiara. “Les aseguro que si revisamos cuánto dinero recibió el Gobierno para el saneamiento de las cuencas, supera por lejos estos costos que presentó Pérez Rodríguez”. ¿Por qué no hacerlo de una vez?, no se gastaría ni un megavatio, pues todo sería gravedad. Es momento de actuar, sostuvo el ingeniero y director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua. 
Vicencio “Enzo” Scarano, exalcalde de San Diego y director general de esa alcaldía, comentó que “en algunas zonas luchamos porque no hay agua, como el litoral de Carabobo, y en otras porque hay demasiada, como el Lago”. Propuso a ingenieros como Pérez Rodríguez que los excedentes se aprovechen de alguna forma para abastecer a todas las comunidades. 
El alcalde de Naguanagua, Alejandro Feo La Cruz, instó a la ciudadanía a organizarse. “Tenemos que ir nosotros ahora a los organismos internacionales a pedir el financiamiento para estas obras”. Reafirmó que la descentralización y la devolución de competencias a las gobernaciones y alcaldías son claves para evitar en el futuro crisis como la actual. (LAB)

Hidrocentro comete violaciones sistemáticas de Derechos Humanos






En el foro se habló de la grave crisis de la calidad del agua en Carabobo y Aragua. /Foto Saúl Zerpa
 Luis Alejandro Borrero
lborrero@el-carabobeno.com

Estado paradójico. El 28 de julio de 2010, en la Asamblea General de las Naciones Unidas se aprobó que el agua es un derecho fundamental. La propuesta la hizo Bolivia, pero Venezuela fue uno de los países que más fuerte apoyó la iniciativa. Lucio Herrera Gubaira, director legal de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua (Fmpca) lamenta que la esencia se haya perdido. “Hidrocentro comete violaciones sistemáticas de Derechos Humanos”.

Negar por largos períodos un recurso fundamental, en el caso del litoral de Carabobo; o suministrar con una calidad severamente cuestionable, como en la Gran Valencia y Aragua, es una trasgresión de los estatutos fundamentales y se considera crimen de lesa humanidad, detalló el abogado de la Universidad de Carabobo, durante el foro ciudadano: “El agua, enemigo silencioso”.

En 2012 la Fundación  Movimiento por la Calidad del Agua introdujo un recurso de protección de derechos fundamentales ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). El máximo tribunal del país se declaró incompetente para conocer de la causa y se designaría un tribunal regional ambiental para estudiar lo que se conoció durante la primera parte de la década como “el juicio del agua”, que nunca concluyó.

Hablar De Calidad Es Obligación

Durante su exposición, Herrera Gubaira se dirigió a la junta directiva de Hidrocentro. Le reprochó por negarse a hablar sobre la calidad del agua y limitar su discurso en entrevistas y comunicados a un tema exclusivo de cantidad. La tesis del Gobierno es que el fenómeno climático El Niño es el absoluto responsable del racionamiento.

Para Herrera, no hablar de la calidad es una violación de leyes. La hidrológica está obligada a publicar mensualmente 54 parámetros físico químicos de calidad del agua, pero solamente publica 11. “El agua es insustituible para la vida y el bienestar humano, el desarrollo social y económico”, citó el profesor.

El director legal de la Fmpca no desestimó volver a elaborar un documento jurídico para acudir a instancias nuevamente y reclamar un derecho fundamental. Pero dejó algo claro: las leyes no son sino instrumentos que deben ser activados por la sociedad civil, a través de la presión y la denuncia para garantizar en última instancia que se cumpla la norma. “La ciudadanía tiene dos caminos: conformarse o actuar”.